Literatura

El lápiz del caracol, de José Atuesta Mindiola

Donaldo Mendoza

26/12/2013 - 11:15

 

La intención poética de este nuevo libro de José Atuesta Mindiola aflora desde el título: “El lápiz del caracol”; la asociación lápiz-caracol no podría ser más insólita, y por lo mismo original.

Cada poema obedece al criterio responsable anunciado bien al principio por el autor: Si existe el canto, pienso en el verso. Es decir, el ritmo debe ser la emoción primera; y de paso convierte a cada lector en un potencial cantor….

El poeta Atuesta se abraza a la nostalgia, sentimiento amigo del silencio y de la ausencia; por eso se expresa casi siempre como pérdida y quizá nunca como conquista.

De ese sentimiento emanan los temas que estructuran el poemario: el tiempo y la infancia (o el origen), y otros que les son tributarios: el erotismo (como el adentro) y lo social (como el afuera).

En su aparente lentitud, por su terco tránsito, el tiempo se mueve según le indiquen las agujas de la nostalgia: Los años cada vez me acercan / a la lejana ausencia de mis padres. O se torna “Mochuelo” para regresar al origen: Uno de esos pájaros / se detiene / en las ventanas de la infancia; hasta la primigenia semilla: para tejer el péndulo / donde se repite el sueño / en el vientre de la madre.

Fiel a su propia tradición de versos sencillos, José Atuesta logra, sin concesiones facilistas, convocar a lectores sensibles y no a expertos en ismos o estéticas de la historiografía literaria. A lomo de síntesis y sugerencias, en el vaso sagrado de su poesía hay espacio para el imaginario histórico. Basta vivir en Colombia para inferir una dialéctica sutil en estas líneas: La multitud festeja al victimario. Triste paradoja: nadie a favor de la víctima.

Cierra el poemario una comunión de elementos rítmicos, como fue al principio en si existe el canto. Aquí están, en una levedad que asombra, la guitarra y los sonidos del tiempo. Y claro, el leitmotiv de toda la obra: la nostalgia, en la difícil distancia del corazón y la memoria. Ninguna concesión al lenguaje directo, todo conjura en un dulce murmullo de silencios.

 

Donaldo Mendoza

Popayán, 2013

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El desafío de la poesía

El desafío de la poesía

“¡Tengo autoridad para hablar de eso, porque he escrito varios libros de poesía!”, dice con vehemencia el decano cultural de la U...

Los pasillos secretos en el mundo despreciable de Álvaro Mutis

Los pasillos secretos en el mundo despreciable de Álvaro Mutis

"El último hombre sobre la tierra lo que hará antes de morir es escribir poesía. Será un lamento, un decir, qué hice, qué es esto...

Monólogo en una tarde de lluvia, de Berta Lucía Estrada

Monólogo en una tarde de lluvia, de Berta Lucía Estrada

  Escritora de primer orden, cuya obra, como la de otras autoras merece conocerse ampliamente en el país y el exterior, pero sobre...

La miel silvestre, el cuento breve de Horacio Quiroga

La miel silvestre, el cuento breve de Horacio Quiroga

  Tengo en el Salto Oriental dos primos, hoy hombres ya, que a sus doce años, y a consecuencia de profundas lecturas de Julio Verne...

La función de la poesía

La función de la poesía

  La relación entre la poesía y la publicidad, y entre la poesía y el chiste, es un asunto bien conocido, que incluso ha llegado...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados