Literatura
El lápiz del caracol, de José Atuesta Mindiola
La intención poética de este nuevo libro de José Atuesta Mindiola aflora desde el título: “El lápiz del caracol”; la asociación lápiz-caracol no podría ser más insólita, y por lo mismo original.
Cada poema obedece al criterio responsable anunciado bien al principio por el autor: Si existe el canto, pienso en el verso. Es decir, el ritmo debe ser la emoción primera; y de paso convierte a cada lector en un potencial cantor….
El poeta Atuesta se abraza a la nostalgia, sentimiento amigo del silencio y de la ausencia; por eso se expresa casi siempre como pérdida y quizá nunca como conquista.
De ese sentimiento emanan los temas que estructuran el poemario: el tiempo y la infancia (o el origen), y otros que les son tributarios: el erotismo (como el adentro) y lo social (como el afuera).
En su aparente lentitud, por su terco tránsito, el tiempo se mueve según le indiquen las agujas de la nostalgia: Los años cada vez me acercan / a la lejana ausencia de mis padres. O se torna “Mochuelo” para regresar al origen: Uno de esos pájaros / se detiene / en las ventanas de la infancia; hasta la primigenia semilla: para tejer el péndulo / donde se repite el sueño / en el vientre de la madre.
Fiel a su propia tradición de versos sencillos, José Atuesta logra, sin concesiones facilistas, convocar a lectores sensibles y no a expertos en ismos o estéticas de la historiografía literaria. A lomo de síntesis y sugerencias, en el vaso sagrado de su poesía hay espacio para el imaginario histórico. Basta vivir en Colombia para inferir una dialéctica sutil en estas líneas: La multitud festeja al victimario. Triste paradoja: nadie a favor de la víctima.
Cierra el poemario una comunión de elementos rítmicos, como fue al principio en si existe el canto. Aquí están, en una levedad que asombra, la guitarra y los sonidos del tiempo. Y claro, el leitmotiv de toda la obra: la nostalgia, en la difícil distancia del corazón y la memoria. Ninguna concesión al lenguaje directo, todo conjura en un dulce murmullo de silencios.
Donaldo Mendoza
Popayán, 2013
0 Comentarios
Le puede interesar
El silencio de las sirenas, el cuento breve de Franz Kafka
Una demostración de que también recursos insuficientes y hasta pueriles pueden servir como medios de salvación: Para preservar...
Del amor como sosiego
El escritor Jaiber Ladino Guapacha (Quinchía, Risaralda, 1984) ha sabido presentarnos muy bellamente su región en todas sus novelas, ...
Tiempo de poesía: el camino sigue en tiempos de confinamiento
En este año atípico, marcado por la crisis del Coronavirus y el confinamiento globalizado, la poesía no se ha detenido, sino todo lo...
Meditaciones de André Maurois sobre la novela
Cuando se reflexiona sobre la pasión por la literatura de ficción, tanto desde la perspectiva del escritor como del lector, se observ...
Los silbidos de la parranda
Sus versos alegres trazan un acordeón provinciano que vibra en el amanecer, un susurro que excita a las partituras de la ebrieda...