Música y folclor
“Creo que Diomedes nunca aprendió a manejar bicicleta”
El caso de Diomedes Díaz no deja de asombrar, no sólo por el fenómeno de masas que ha llegado a ser y por su increíble dominio del escenario, sino también por la forma en que creció y cómo aprovechó las oportunidades para convertirse en un cantante de primera línea.
Su persistencia y ambición colaboraron en crear una leyenda que hoy pervive a través del recuerdo de quienes lo conocieron. Y ese recuerdo se vio reflejado en el foro académico realizado por la Fundación de la Leyenda Vallenata como preámbulo al 47º Festival Vallenato.
“Geño” López es uno de los numerosos allegados que compartieron anécdotas. Mensajero de Radio Guatapurí cuando Diomedes Díaz sólo era un joven adolescente en busca de un poco de reconocimiento, el hombre fue testigo de sus primeras hazañas.
Geño deseaba cambiar de puesto. En una conversación con la dirección, su superiora le llegó a decir: “Si quieres pasar al puesto de cobrador tienes que buscar una persona para mensajero y responder por él”. Desde ese momento, “Geño” observó en su entorno y notó en poco tiempo la gallardía y el afán de superación de Diomedes Díaz.
“Yo parrandeé en alguna ocasión con él”, asegura el entonces mensajero. Fue justo antes de decidir presentar al joven cantante. Era una apuesta necesaria para ambos. Los dos querían crecer profesionalmente.
Diomedes Díaz recibió la bicicleta que usaba “Geño” López habitualmente y empezó a trabajar. Sin embargo, algo llamó la atención de “Geño” quien, a los pocos días, lo vio caminar por el centro. El cobrador le preguntó naturalmente que había sucedido con la bicicleta y Diomedes respondió enseguida: “Está pinchá”.
Más adelante, en las oficinas de Radio Guatapurí, “Geño” se extrañó con una serie de preguntas que le hicieron. Varias personas no entendían porque Diomedes siempre iba y venía con la bicicleta en las manos.
“Para mí era algo bueno porque podía volver a tener la bicicleta –expresó el compañero “Geño”–. ¡Diomedes no sabía manejar una bicicleta!”
Sin embargo, Diomedes no lo reconocía en público. Siempre inventaba una excusa para desviar la atención. “Un día le pregunté: ¿Sabes manejar bicicleta?, y me dijo “Sí”. Entonces, le dije: Pruebe a ver…”
A los pocos meses, Diomedes Díaz renunció al puesto de mensajero. Sus compromisos con la música crecieron rápidamente. Estaba muy ocupado en encontrar grupos y conciertos que lo grabaran.
Diomedes volvió triunfalmente a las oficinas de Radio Guatapurí para anunciar que le habían grabado. Eso era lo que más le importaba. “Creo que Diomedes nunca aprendió a manejar bicicleta”, concluyó “Geño”.
PanoramaCultural.com.co
0 Comentarios
Le puede interesar
Almes Granados, a punto de entregar su corona
En el escenario, Almes Granados se caracteriza por ser un acordeonero alto y elegante. Tranquilo en el manejo del acordeón, su digitac...
Calixto Ochoa y la leyenda de Valencia de Jesús
Dice una leyenda, que el último cacique Poponí, de los indígenas Chimilas en Valencia de Jesús, pocas horas antes de morir hizo una...
Las fusiones en la música vallenata
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata ha sido fiel en la salvaguarda y difusión de los cuatro aires tradicionales. Este es ...
Efrén Calderón sigue lleno de sentimientos y luchando contra el viento
En este espacio aparece el compositor que toda la vida se ha dedicado a mimar las letras, para de inmediato presentar la película ...
Emiliano Zuleta Baquero fue ganador absoluto con La gota fría
Caerle una gota fría a alguien es dejarlo “friquinai”, que en buen castellano significa, “En la olla”. En cambio para Emil...